Recientemente se ha publicado un excepcional trabajo sobre el código de barras de ADN (648 pares de bases de secuencias del gen mitocondrial citocromo c-oxidasa I, COI), de los ropalóceros ibéricos, haciendo especial hincapié en el potencial de la diversidad críptica (DINCA et al., 2015).
Un 93,9% de las especies ibéricas se recuperan como monofiléticas y pueden ser identificadas sin ambigüedad mediante el COXI. El 2,6% de las especies se manifiestan para/polifiléticas y el 3,5% resultaron compartir el código de barras. Cabe resaltar que 14 especies se dividen en múltiples entidades con una divergencia genética mínima del 2,5 %.
En este trabajo se aclara el status de algunos taxones y se dejan sin resolver otros.
A continuación resumimos las últimas novedades taxonómicas, tanto las incluidas en este trabajo como en otros de reciente publicación más específicos.
Según HERNÁNDEZ-ROLDÁN, et al. (2016), este taxón engloba varias especies crípticas. En la península ibérica además de Spialia sertorius, habita es Spialia rosae Hernández-Roldán, Dapporto, Dinca, Vicente & Vila, 2016. Nueva especie para la ciencia, que se encontraría en buena parte del territorio peninsular junto a Spialia sertorius.
Es una especie válida para este taxón en la Península Ibérica, separándolo de Iphiclides podalirius que únicamente se encontraría en el Valle de Arán. (DINCA et al., 2015).
Se empieza a considerar por muchos autores como especie separada de Arethusana arethusa. Este taxón fue propuesto como buena especie del sureste ibérico en OLIVARES et al. (1999). Recientemente se ha comprobado que efectivamente existen dos entidades genéticamente separadas y que además de en las sierras béticas, habitaría en el cuadrante noroeste de la península. (DINCA et al., 2015).
Sigue sin resolverse su situación taxonómica pero cobra fuerza su entidad como especie. (DINCA et al., 2015).
Igualmente se reconocen como entidades admitidas por la mayoría de autores, Lycaena bleusei, Kretania hespericus, Iolana debilitata, A. cramera, A. agestis, A. montensis, Pyrgus cirsii y Pyrgus malvoides(DINCA et al., 2015).
Reveindicado por diversos autores como especie separada de C. pamphilus, no se diferencia por análisis de ADN, por lo que por ahora no se reconoce su entidad especifica (DINCA et al., 2015).
Sustituiría en la Península Ibérica a C. glycerion, según KODANDARAMAIAH, et al., (2009), por lo que muchos autores aceptan esta interpretación.
Sustituyen a M. athalia y M. trivia en la Península Ibérica, según un reciente trabajo (OORSCHOT et al., 2014). Estaba aceptado que M. athalia en la Pénínsula Iberica era sustituida por el taxón M. celadussa, (considerado anteriormente como subespecie) si bien los autores consideran a M. celadussa como sinonimia de M. nevadensis.
Se acepta como buena especie por la mayoría de los autores, corroborado por los trabajos sobre el género Lysandra (TALAVERA et al., 2013). En este trabajo se consolida como entidad el género Lysandra, separado del género Polyommatus, siendo aceptado en todos los trabajos recientes.